El sentimiento siempre me aborda en el aire. Lloro con frecuencia mientras todos duermen.
Mientras vuelo, respiro profundo, cierro los ojos y pienso en todas esas veces que terminé hecho pedazos, destrozado, tan solo y lleno de dudas.
Abrazo mis cicatrices, es tan fácil regresar a esos momentos, revivirlos. Me detengo. Lloro.
Soy yo, una colección de fracasos absolutos que nunca fueron permanentes.